Bueno excompañeras, me he acordado de vosotras
y de vuestro blog porque hace unos días un amigo me puso una tarea al estilo
Gloria. Tenía que pergeñar un relato en el que el me daba frase con la que
tenía que comenzar y también otras con la que tenía que concluir. Como lo de
escribir me atrae y no se sujetarme, acepté el reto. Espero que no os importe
que haga una entrada en el blog y, si tenéis a bien, me digáis que os parece.
Espero que el curso os vaya de maravilla y que los caldos tengan el mismo marchamo
de calidad o superior a los del año pasado. Siempre con moderación. Besos.
HONDO
VACÍO
El
reloj marcaba las doce y media cuando nos despedimos. Más de diez minutos empleamos.
Estábamos en la etapa del embeleso, de los fuegos artificiales, pero la hora
tope que nos habían puesto nuestros padres hizo imposible apurar más.
Diez
años después puedo rememorar ese momento, aunque todavía me cuesta. Esa llamada
de su madre envuelta en sollozos me dejó como ausente. La mente en blanco. La
oía lejos, me resistía a creer. Un sudor frió y una tiritona me invadieron nada
más colgar.
—Vamos
por el buen camino, César. Ya puedes hablar de ello con cierta naturalidad, es
un paso importante.
—Yo
no quiero pasos, quiero saltos. Aunque reconozco que la presión está disminuyendo
y las crisis cada vez aparecen más espaciadas, necesito liberarme de una vez.
—Te
has comido esto sólo. Dejaste pasar mucho tiempo para ponerte en tratamiento.
En fin, nunca es demasiado tarde, pero es más costoso aliviar la carga.
—Éramos
unos niños.
—Sí,
ya lo hemos comentado. El impacto es más fuerte, si cabe, cuando todavía no se
es adulto y se está en el momento álgido de la vida. ¿Cómo era su padre? ¿Te
apetece hablar de ello?
—Creo
que sí. Era muy tradicional y de carácter fuerte. Con Paula tenía discusiones
frecuentes porque no asumía que su hija se hubiese hecho mayor. Se metía con la
vestimenta, las amistades, los horarios. Yo le decía que no entrara en
confrontación, porque no siempre era necesario y evitaría sofocos a su madre,
que intentaba mediar sin éxito. Ella opinaba todo lo contario. Los tiempos en
que el hombre sometía a la mujer por el mero hecho de serlo habían cambiado.
—Puedes
contarme lo que te comunicó en esa llamada. ¿Tienes fuerzas?
—Voy
a intentarlo. Aquella noche Paula llegó a casa media hora tarde. Eso para su
padre era una afrenta, así que empezó a abroncarla por el pasillo. Ella le dijo
que era un machista, que podía hacer lo que le diese la gana porque ya era
mayor de edad. Se bajó el tirante de la camiseta dejando un pecho al
descubierto. En él lucía el tatuaje de una Rosa. Le preguntó si le gustaba cómo
había quedado. Después se metió en su habitación. Le llamó golfa, fue detrás de
ella, se oyeron gritos, forcejeos, golpes. Después el silencio. Cuando Elena, su
madre, abrió la puerta del cuarto distinguió la ventana abierta de par en par. Su
marido estaba solo, jadeante, con rasguños por toda la cara, la mirada perdida
y el gesto crispado. Se quedó absolutamente consternada.
El desertor
Me alegra ver que este blog pueda convertirse en una prolongación del curso que compartimos.
ResponderEliminarAyer Gloria nos aleccionó a hacer críticas olvidando la amistad y nos dará pautas para ello, pero mientras llegan las herramientas me atrevo a darte mi humilde opinión.
He de reconocer que necesité una segunda lectura para comprenderlo pero luego me pareció muy buena la forma en la que cuentas una historia sin contar explícitamente lo que pasó. Te felicito por la brevedad del texto y por la fuerza que tiene así como la cantidad de información que contiene con pocas palabras.
Crika intenté no extenderme en demasía porque era uno de las críticas más recurrente que se me hicieron en el curso. Así que traté de hacerlo escueto e ir al grano. Primero me surgió la historia a grandes rasgos y al intentar afinarla se me ocurrió darle el formato entrevista para transmitir la información. Gracias por la crítica.
ResponderEliminarAyer lo comenté al a salida de clase y precisamente dije eso: quizás seas, junto con Angela (la peque) los dos miembros del taller que más habéis evolucionado. Enhorabuena. Sigue escribiendo y compartiendo con nosotros.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Salva. Bien escrito, como siempre. Tiene fuerza. Original el que los hechos se vayan desgranando con preguntas y respuestas.
ResponderEliminarEl final impacta pero no entiendo muy bien qué ha pasado. Ella se ha tirado o ha sido en el forcejeo...